En el 2016 trabajaba en un voluntariado de lactancia materna en mi ciudad. Habia hecho la formación de Promotoras de Lactancia de Janeth Ivimas, donde senté mis bases de lactancia. En el voluntariado trabajamos dando talleres gratuitos y visitabamos a las madres en sus casas. Ibamos siempre de a dos a las casas. Pero un día, a pedido de una amiga de una urgencia, fui a una casa sola.
La casa quedaba a unas cuadras de la mía y justo habia llegado mi esposo para poder quedarse con Adrián. Recuerdo quedarme un minuto en el auto, un poco asustada e insegura de si iba a ser capaz de ello sola, y luego de rezar una oración me bajé del auto. Toqúe la puerta y me abrió en medio segundo el papá desesperado. «Estan arriba, ¡subite rápido!» y de fondo el llanto desconsolado de la beba. Subo las escaleras y me encuentro con una madre con los pechos totalmente ingurgitados, llorando, sosteniendo a su hija de tres días que lloraba a la par. Es una imagen que jamás se va a borrar de mi mente.
«Por favor agarrale» salió despacio una súplica de la madre. Sostuve a la beba contra mi pecho, balanceo, shhh, y se fue calmando. La madre no sabía ni por donde empezar entonces empecé yo pregutando lo básico, explicando la situación, escuchando sus dudas y respondiendo a ella. En eso se despierta de nuevo la beba y claro, pide pecho. La madre me mira desesperada como diciendo «otra vez me va a doler». Y le digo, si. «Duele y es horrible como duele, pero va a pasar.» Desconfiada sigue las indicaciones y luego, con la beba al pecho, me mira incrédula, «no siento nada». Y se larga a lagrimear pero esta vez del alivio, descanso, paz de que si se puede dar de mamar sin dolor.
Me quede hasta que termine la toma hablando de temas varios de bebés, escuchando su parto, revisando el tema pañales, ombligo y demás. Cambio de pañal y una toma más. Se acerca el padre, incrédulo también y aliviado de que la beba ya no lloraba. Les di unas indicaciones más y me puse a disposición por si necesitaban otra visita o un portabebés, ya que en esa época los vendía.
Salí de la casa, me senté en el auto y me quedé ahi. Me acorde de esos dos horribles meses dando de mamar a Adrián con dolores y pezones que no terminaban de curarse por completo. Me acordé de lo sola que me encontraba. Miré la casa y me sentí plena. Me sentí plena porque esa madre no iba más sufrir, no iba más a pensar en dejar la lactancia, y si necesitaba de alguien sabía donde acudir.
Ese día me di cuenta que eso era lo movía dentro mío las fibras de la pasión y que era mi camino. Ese día le dije a mi esposo, esto es. Esto es lo que quiero hacer, quiero acompañarle a las madres.
Me apasiona la lactancia, el porteo, la diada, la capacidad del cuerpo de la mujer de gestar, parir y amamantar. Me da energías, me desvela ya hace 6 años entre formaciones, masterclasses, actualizaciones..
Establecer mi eslogan, disfruta de tu maternidad fue fácil mirando los resultados de mi trabajo, pero no todas lo entienden. Muchas creen que estoy romantizando la maternidad que nada tiene de romantica muchos días. Y no fue hasta septiembre del año pasado, hablando con Becky de Portealobien, que entendí como se malinterpretaba y cómo podía hacerme entender.
Fue una tarde que terminé de darle el pecho a mi hija que tenia un mes, y mi hijo mayor se puso a gritar porque quería jugar algo conmigo en el piso. Claro que mi hija se despertó y llegamos a llorar los tres juntos. Luego de una larga lucha se volvió a dormir mi hija y nos quedamos el mayor y yo viendo juntos una película. Pero entre medio de esa pelea fue que le escribí a Becky y le dije «¿cómo haces con 3 hijos?» y ella me respondió casi que mágicamente «i´ts the moments». Son los momentos.
Me quede mirando a mis hijos luego de leer ese mensaje y ahi cobró un nuevo sentido mucho más profundo mi eslogan. Disfrutar de la maternidad no es que todo el día vas a estar sonriendo como publicidad machista de los años 60, con los hijos todos bañados y felices cenando todos juntos y que no faltes vos impecable también. Disfrutar de tu maternidad es encontrar donde habia dolor, paz. Donde había confusión, plenitud. Donde habías dudas, respuestas. Donde habían lágrimas, aprendizaje. Disfrutar de esos pequeños momentos en que ves que estas haciendo lo mejor que podés y cada día se hace más llevadero. Cada día le conoces mejor a tu bebé, te reconoces a vos misma dentro de este nuevo rol de ser madre, reconectas, te relajas y escuchas esa voz interior.
Disfrutar de tu maternidad no es ser la madre perfecta. Es quererte como la madre que elegiste ser.
Gracias por leerme.

Diplomado de Gestión Estratégica de Marketing UAmericana.
Mamá de Adrián, 2015.
Promotora de Lactancia Materna, escuela de Janeth Ivimas, 2016.
Asesora de BLW para familias de la CONALCO Brasil, 2016.
Curso Avanzado de Blw y Participativa, CONALCO Brasil, 2017.
Asesora de Maternidad y Porteo de Asesoras Continuum, 2017 – 2019.
Formadora en la Escuela de Porteo Kunu´u, 2019.
Infancia, Potencia y Acompañamiento desde la mirada Pikleriana, con Romina Perez Toldi de Teta-a-porter, 2019.
Disciplina Positiva en la Alimentación CONALCO, 2020.
Microbioma y Lactancia Materna con la escuela australiana MicroBirth 2020.
Mamá de Amaia, Agosto 2020.
Actualización en Asesora de Lactancia, Escuela Janeth Ivimas 2020.
Sueño Infantil, AmamentaMundi 2020.
Masterclass Free to Feed Alergias Alimentarias y Lactancia Materna, 2021.
Asistente en el Congreso Iberoamericano de BLW, 2021.
Cursando actualmente:
Educadora de Ciclo Menstrual y Fertilidad con FEMM, 2021
Hola Tatii!! Me emocioné!! Me encanta leerte.. es como que te escucho luego hablar cuando te leo.. gracias por compartir nuevamente estos correos.. siempre hacen bien.. me dan fuerzas y aprendo cada día a dar lo mejor de mi por hija y por la que está en camino.. no es fácil pero se disfruta tanto en medio del caos y situaciones difíciles con los hijos.. te sigo y leo siempre.. gracias por lo que haces, por darnos lo mejor de vos, para que nosotras hagamos lo mismo! Ser mejores cada día..
Un abrazo!
Natalia.
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